Las pruebas de la función pulmonar son pruebas respiratorias para averiguar si tu hijo inhala y exhala el aire de los pulmones correctamente y si el oxígeno ingresa a su cuerpo correctamente. Las más comunes son:
- Cuantificación del Óxido nítrico exhalado: evalúa el grado de inflamación de la vía aérea
- Espirometría con broncodilatador: mide el calibre de los bronquios y la capacidad pulmonar
- Difusión de monóxido de carbono: mide la capacidad del pulmón de captar el oxígeno y entregarlo a la sangre
- Caminata de 6 minutos: mide la capacidad de un paciente de hacer esfuerzo físico
- Desaturación de oxígeno: Prueba que determina si un paciente desoxigena al hacer esfuerzo físico
- Prueba de reto bronquial con ejercicio: está dirigida para diagnosticar asma y busca desencadenar síntomas de esta enfermedad al realizar ejercicio
¿En qué casos se recomienda realizarse una de ellas?
Virtualmente todas las enfermedades pulmonares ameritan alguna prueba de función pulmonar en algún momento de su evolución.
En dado caso que tengas dudas, acércate a una consulta con el especialista para que te oriente acerca de qué pruebas son necesarias para su condición o padecimiento respiratorio.